domingo, 14 de noviembre de 2010

televisión, telecontrol

Estamos en el aire. 
Dos sentados, uno
mira. Cero,
desde acá. Lo llama
la sombra en mediodía.
Sólo un bulto negro. Por eso no
le preguntó nada
por sus pies descalzos.
Espinas de
atención. Hacía poco
que lo sufría,
de reojo. Restando
un bulto de pelo negro. Y el todo
absorbía su atención
hasta el hartazgo. Saturación,
brillo. Sensación de televisor
prendiéndose. Voyeurs.
Unos,
de lo que el sistema les mezquina;
otros,
el sistema, de sus miserias.
Un bulto negro. Cayendo
abruptamente como un pelo.
En el olvido. Al rayo
del Sol. Vivió
muchos días nublados,
pero nunca antes
uno como éste. Mediodía
sin techo. Y cuando llegue
el segundo mediodía será todo
el día. Sin. Cuando
no sea el Sol, serán los rayos.


Noticiero. Llegó
a vivir su primer
cielo. No le preguntó.
Prefirió no estar
ahí en su cama
solar. Funcionando con energía
solar, sin miserear,
que es lo que sobra. Nunca
un cortocircuito. Y las sensaciones
que registra son todas las
actuales. Por eso no le preguntó. De
ese momento, como indie gente.
Se le vuela el pelo, hace
un calor de mierda, hay quienes 
lo miran como a un
nuevo con desprecio de clase,
que no pueden ocultar en sus cabezas
ojos que esa clase en un momento
los separó, los clasificó. Y ahora
mismo
los clasifica como inseparables.


Estamos en el aire. Irremediable sensación:
igual a un ajeno,
hará que no tenga
                                   remedio sentirse
afuera de un igual.


Noticiero. El único puente
que los comunica está por sobre
sus chapas. Volándose la cabeza,
se conectan desde abajo. Cables o autos
disparando información
ajena. Todo
está en el aire para ellos. ¿Eso existe,
si sólo existe para los otros? Ese
que ahora ellos miran ¿existe
para ellos, o sólo para la
caridad? ¿se existen recíprocamente
quienes compiten? Entre sí, aunque sea
por un pedazo
de pan. Literalmente. El aire
lo sostiene. O la Autopista y los postes
que tapan el Sol.
Se les dispara
información y no mueren.
Se les mezquina
información y no mueren.
Sobreviven. Es una forma
de decir, porque nada
de esto existe (pero se edita),
ni sus zapatillas (pero se los edita
calzados). El puente
los sobrevive.

Caéte de su
cabeza, Noticiero.

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